“Monstruo obeso”, “saco de patatas”, “feto gigante” u otros apelativos parecidos fueron los que utilizaron algunos críticos ante la presentación del futuro Monumento a Balzac, realizado por Rodin.
Rodin era un escultor virtuoso y de indudable talento, su famoso Balzac lo demuestra con creces y se ve como «poco lucida» la historia que hay detrás de él…
El encargo
Por 1891 Émile Zola, por entonces presidente de la Sociéte des Gens des Lettres, encarga al escultor un monumento al escritor Honoré de Balzac, autor del ciclo “La comedia Humana” y por cierto amado por Francia.
Rodin realizo una profundísima investigación para realizar la obra: visitó Tours para estar en el lugar donde vivió y estudiar la fisonomía de sus habitantes, leyó sus obras, coleccionó retratos y fotografías de él, incluso hablo hasta con el sastre del escritor para saber cómo vestía…hasta llegó a estudiar minuciosamente el hábito de monje que portaba el escritor cuando trabajaba en sus obras.
Realizó decenas de estudios y versiones de la obra, donde el escritor aparecía desnudo en diferentes posturas, hasta encontrar la definitiva.
Al final, lo conmueve una pose simple pero llena de fuerza y con mirada penetrante.
Rodin consigue captar no la apariencia superficial, sino la personalidad y el espíritu profundo del escritor, con el hábito tan pegado al cuerpo que le daba, apariencia de “saco de patatas” término que emplearon los críticos cuando la obra fue presentada…
El daguerrotipo que circulaba por entonces de Balzac, era del año 1848… demasiado tiempo atrás para el gusto de escultor…se enfrentó al reto de esculpirlo cuando llevaba más de 30 años muerto. Por primera vez, un pedido de realizar una escultura, donde era imposible encontrar un modelo.
Pero, igualmente se comprometió a realizar una estatua de tres metros por la suma de 30.000 francos, con la intención de hacer de la figura un monolito, una forma única, fálica…
Dícifil tema…
La obra fue encargada en 1891 para que fuese entregada en mayo de 1893.
Honoré de Balzac, era considerado: un Grande de Francia. Rodin pasó siete años indagando y estudiando la vida y el trabajo del escritor… según Kenneth Clark, el historiador de arte británico, «lo único cierto que averiguó, es que éste, había sido en su edad adulta un tipo gordo, achaparrado y de aspecto para nada glorioso.»
Pero el objetivo del artista era comunicar una idea del espíritu del hombre y el sentido de su vitalidad creadora: «Pienso en su intenso trabajo, la dificultad de su vida, en sus incesantes batallas y en su gran coraje» dijo Rodin..
Rodin por cierto no realizó la entrega en esa fecha.
En octubre de 1894, cuando la Sociéte le exigió la entrega de la obra en menos de veinticuatro horas, recibieron esta respuesta del escultor: “¿Es que no entienden que las grandes obras no tienen fecha de entrega?”… entrego su obra en 1898.
La reacción de la Sociéte era de esperar: fue rechazado.
Rodin recibe el rechazo oficial
La negativa fue: «El Comité de la Sociedad de Escritores se ve obligado a rechazar, con consternación, el boceto presentado por Monsieur Rodin en el salón, ya que el comité se niega a reconocer en él la estatua de Balzac».
Cuando el original de yeso se exhibió en el Salón de la Société Nationale des Beaux-Arts en el Campo de Marte de París en 1898 fue atacado.
Los críticos lo compararon con un «saco de carbón», «un muñeco de nieve»… una irreverencia total!!!
La sociedad literaria que había encargado el trabajo lo descartó al considerarlo un «bosquejo bruto«.
Artistas y personajes influyentes como Monet, Toulouse-Lautrec, Signac o Debussy realizaron una protesta formal para evitar el rechazo…fue inútil.
Entre los debates y el ridículo, todo París parecía estar involucrado. En medio de las disputas y de las acusaciones más candentes, Rodin tuvo que irse a Suiza para no enloquecer.
La biógrafa de Rodin, Judith Clade recordó: «Se colocaron numerosas caricaturas en revistas de cómics, y los vendedores ambulantes vendieron estatuillas de yeso en forma de pingüinos y focas en equilibrio sobre la cola, pidiendo a los compradores:» ¡Compre Balzac Rodin! «
El escándalo que estalló en París, atrajo aún más la atención sobre él y su trabajo, los periódicos registraron todos los detalles de la comunicación de Rodin con el cliente, se publicaron las declaraciones oficiales, las cartas de ambas partes, los escritores de la defensa Rodin declaran su retiro de la Sociedad en protesta.
La historia se hace por demás conocida, y la obra se ofrece para comprar a coleccionistas privados y a grupos de fanáticos de Francia, Bélgica.
Agotado y dudando hasta de su rectitud, Rodin se niega a todos, devuelve el anticipo y decide quedarse con su Balzac.
Es celebre su comentario ante esta obra:
“Si la verdad tiene que morir, mi Balzac será hecho pedazos por las generaciones futuras. Pero si la verdad es imperecedera, profetizo que mi escultura hará su camino. Esta obra, sobre la que se burló todo el mundo y que fue ridiculizada por todos los medios, ya que no era posible destruirla, forma el núcleo de mi vida, el eje de mi estética. Desde el día que la concebí soy otra persona”
“Sencillo es lo verdaderamente grande”.
La obra resulta magnifica precisamente por su sencillez… como lo que había leído en Balzac.
Rodin llevó el modelo de yeso de regreso a su hogar en los suburbios de París y no fue fundido en bronce hasta años después de su muerte.
Cuarenta y un años más tarde fue exhibido en el cruce del bulevar Raspail y Montparnasse, después al Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Rodin da un paso al frente
Sobre el Balzac, Rodin comentó:
“Nada de lo que hasta entonces había hecho me había satisfecho tanto, porque nada me había costado tanto trabajo, nada expresa mejor la quintaesencia de lo que yo considero la ley secreta de mi arte”
Y proclamó: «el fruto y resumen de toda mi vida y el pivote de mi estética personal».
Sin duda, inaugura el lenguaje plástico del siglo xx una nueva concepción artística. En este sentido es una escultura totalmente moderna, libre del lastre academicista.
Finalmente realizó la escultura con una túnica inspirada en la bata que Balzac usaba al escribir por las noches.
La figura del escritor embutida en la bata cuyas mangas están vacías. La bata está llevada al límite de su estilización, despojada de todo lo accesorio, pero con una tridimensionalidad desbordante.
Balzac era un hombre físicamente pequeño y de frágil contextura y esto no escapó a la investigación de Rodin, por supuesto, por ello no lo representó como un atleta heroico al estilo griego, hubiera sido no solo ridículo, sino falso.
La fuerza de Balzac estriba en la verdad, como lo hizo Rodin.
La verdad del hombre que es grande por sí mismo, no por atributos colocados por encima de él. No es un enano puesto sobre un pedestal ¡es el pedestal mismo!
Otro detalle notorio son las cuencas de los ojos, llenas de plenitud a pesar de su vacío evidente, la fuerza y determinación de su mirada hacia todas direcciones.
A pesar de tener una postura aparentemente frágil e inestable, como luchando por no perder el equilibrio ante un violento embate de viento…
!Nada de pluma y tintero!
Tiene sus pies bien asentados en el suelo y mira retador al horizonte con su grande y desproporcionada cabeza de melena leonina. Toda la fuerza está por dentro, toda la voluntad del gran hombre se muestra en su figura antiheróica.
Hoy, el monumento a Balzac, sigue siendo de vanguardia e innovación. Basta con compararlo con las obras de otros escultores: personajes sentados en sillas que inspirados miran a lo lejos, estan situados en las calles y plazas de distintas ciudades del mundo.
El Balzac de Rodin es un monumento a: los pensamientos, héroes, novelas, pasiones y hasta problemas que no fueron pocos, en la vida del escritor Honoré Balzac.
En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el monumento a Balzac de Auguste Rodin se coloca en el cruce del bulevar Raspail y Montparnasse.
El hijo de Alphonse Daudet, León, escribió: “Este es Balzac de la soledad, el sufrimiento y la Comedia Humana al mismo tiempo. Tiene arterias llenas de sangre, una cabeza orgullosamente levantada, ojos en busca de luz y ya sumidos en la oscuridad. Es liberado de su cautiverio literario, de sus decepciones sentimentales y familiares, para finalmente sumergirse en su sueño. Este es un hombre envuelto en alucinaciones, casi agonizante, mirando a la inmortalidad directamente a los ojos».
Honoré de Balzac falleció en París, el 18 de agosto de 1850, sepultado en el Cementerio de Père Lachaise, en cuya despedida su amigo y colega Victor Hugo expresó: “A partir de ahora los ojos de los hombres se volverán a mirar los rostros, no de aquellos que han gobernado, sino de aquellos que han pensado”. fue precisamente lo hizo Rodin…
Para muchos estudiosos esta es la escultura más bella y mejor lograda del genio francés. Artistas como Pablo Picasso , André Masson , Tal Coat , Emil de Kermadec , Cecile Rey-Millet André Derain , Albert Marquet , Elie Lascaut y Balthazar Balthus la calificaron de «obra maestra».
Se puede ver la obra al menos en cinco lugares: en la intersección del Boulevard Raspail con el Boulevard Montparnasse de París , en el jardín del Museo Rodin de París, en el museo al aire libre de Middelheim en Amberes, en el jardín de la Van Abbemuseum de Eindhoven y en el Museo de Arte Moderno de Manhattan -Nueva York.
Cabeza monumental de Balzac (1898), del escultor Rodin. Museo Nacional de Bellas Artes -Argentina.